Dos conceptos que a menudo escuchamos en las noticias pero que no siempre sabemos diferenciar. Sin duda uno y otro tienen diferentes motivos y diferentes consecuencias legales para el autor o autores.
Antes de contestar a esta pregunta, debemos aclarar que como todo concepto legal pueden traer consigo múltiples especificaciones no siempre fáciles de comprender, ni tan siquiera fáciles de explicar.
Intentaremos explicar la diferencia entre ambos conceptos de manera sencilla y con un vocabulario entendible para los legos en la materia.
Hay algo que de manera sencilla explica la diferencia entre uno y otro y es la intencionalidad en su comisión. En el caso del homicidio, la muerte de la víctima es algo que no se había planeado previamente a la comisión de los hechos.
En el caso del asesinato, sin embargo, la muerte de la otra persona es algo que si se había planeado. El objetivo de un plan concreto es matar.
Un ejemplo de homicidio por ejemplo es cuando alguien entra a robar en una casa pensando que está vacía y no lo está. Se produce un forcejeo y en la pelea fallece una de las personas.
En el asesinato, el ladrón porta un arma, entra en la casa y para poder robar sabe que tiene que matar a la persona que está dentro. Esa muerte es parte del plan.
Las implicaciones que la calificación del hecho tiene para el autor, son muy importantes a la hora de imputar la pena. El homicidio puede conllevar una pena que va de 1 a 15 años de prisión, en función de si es un homicido voluntario o involuntario.
El asesinato tiene una pena que va de los 15 a los 20 años de prisión, aplicada en su mitad superior si además existen agravantes.
