¿Cómo eliminar por completo la posibilidad de producir plantas masculinas?

Semillas

¿Sabrías diferenciar una planta macho de una hembra? O quizás debiéramos empezar por hacer la siguiente pregunta ¿sabes qué existen plantas machos, plantas hembras y plantas hermafroditas? ¿Has oído hablar de las semillas feminizadas?

La mayor parte de las plantas tienen en cada ejemplar ambos sexos, lo que permite que den el fruto; existen sin embargo determinadas especies que tienen diferentes ejemplares según sean macho o hembras. En algunas plantas esta diferenciación es de vital importancia ya que en función de si son masculinas o femeninas tienen mayor o menor interés para su cultivo. El avance de la ciencia ha permitido establecer determinados sistemas en los que se desechan los ejemplares de uno u otro sexo con una pequeña parte de la hoja.

Hasta hace relativamente poco tiempo la propia naturaleza era la que se encargaba de hacer la selección entre plantas masculinas o femeninas. Una cuestión que por ejemplo en el caso del cannabis no favorecía la producción, ya que si bien es una planta que produce más plantas macho, sabemos que las hembra tienen mucho más valor ya que son las que contienen los cogollos que nos interesan para consumo.

Una de las técnicas más usadas para obtener plantas hembra, es la feminización de las semillas mediante la polinización de una planta femenina con el polen de otra de su mismo género revertida. De esta forma esta cepa no tendrá ningún gen masculino. Pero naturalmente previo a esto, necesitamos saber revertir la planta, es decir, convertir esa hembra en macho pero careciendo de genes masculinos. Para ello necesitaremos hacer cultivos con las llamadas semillas regulares esto es, semillas que no han sido tratadas genéticamente para ser seleccionadas y que crecerán de la misma forma que si lo hicieran en la naturaleza y sin la intervención del hombre.

Llegados a este punto deberemos de mimar al máximo el cultivo de las mismas. La experiencia demuestra que la creación de un entorno de cultivo alejado de cambios bruscos de temperatura y variaciones de humedad muy pronunciadas favorece la proliferación de ejemplares hembra. Las horas de luz también deber ser mimadas al detalle, realizándose de forma periódica y siguiendo una pauta diaria.

Ni que decir tiene, que la elección de los fertilizantes debe ser realizada desde el principio y en ningún caso se deberá someter a variación durante el proceso de crecimiento. Sin el cuidado de todos estos factores, el ambiente de crecimiento de la planta se deteriorará, aumentando el riesgo de que los ejemplares que obtengamos sean masculinos en su mayor parte.

A pesar de que la tentación de darle muchas horas de luz a la planta es alta para tener un crecimiento más rápido, has de saber que con las exposiciones prolongadas aumentas el riesgo de que los machos prevalezcan sobre las hembras.

Otro de los factores que has de tener en cuenta, es la humedad que proporcionas a tus plantas; un nivel de humedad elevado y constante, favorece que durante el proceso que va desde la germinación hasta la parte final del periodo vegetativo las plantas obtenidas sean hembras. Es por eso que la mejor opción es un sistema de riego constante que deberá regularse en cada fase de crecimiento.

Una planta bien tratada y con los cuidados necesarios, se traduce en mayores probabilidades de conseguir una planta hembra.

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